Cancún, Q. Roo, 13 de abril del 2022.- La mañana del lunes pasado, frente al edificio donde se encuentran las oficinas de la Junta de Conciliación y Arbitraje en esta ciudad de Cancún, se toparon dos grupos de empleados del hotel Cid; uno del sindicato de la CTM y el otro de la CROC; el motivo, apoyar a sus representantes que se reunirían con la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el Estado, Catalina Portillo Navarro, ya que estaban peleando el contrato; aunque el primero de los mencionados era el que lo tenía. Los croquistas que eran pocos los empleados, pero un sin número de golpeadores que como en cada evento son acarreados para ocasionar desmanes enviados por su líder Mario Machuca Sánchez. Ellos lanzaban injurias mediante un megáfono a los cetemistas, quienes en su mayoría estaban identificados con sus uniformes del hotel Cid ubicado en el municipio de Puerto Morelos. El argumento de un supuesto delegado de la CROC, los empleados estaban pidiendo que entrara afiliarlo este sindicato, a raíz que había acoso laboral y sexual, se quedaban con las propinas, entre otros supuestos abusos que estaba cometiendo la CTM; lo raro, no había un solo afectado o lo particular alguna empleada víctima de un delito, pues no había duda, este sindicato gandaya estaba peleando el contrato para seguir acaparando las propinas de los trabajadores gastronómicos que si más no olvida, sus dirigentes Mario Machuca Sánchez, en Cancún, y Martín de la Cruz Gómez, en Playa del Carmen, se han hecho millonario a costillas de ellos y hoy en día poseen negocios, propiedades, extensiones de terrenos y hasta concesiones, en pocas palabras dueños de este gremio. Lo cierto, que después de media hora de injurias de los golpeados croquistas y que también se defendían los cetemistas, salió la titular de la Junta de Conciliación y Arbitraje, Catalina Portillo Navarro, para hablar con estas personas que venían de la CROC, les dio la atención y principalmente escuchó sus peticiones, hasta se comprometió a informarles el acuerdo después de la reunión; sin embargo, su actual de la funcionaria del Gobierno del Estado lo único que mostró fue interés hacia este sindicato que tal vez le deja grandes ganancias económicas y más ahora que se va, pues ni siquiera volteó a ver a la contra, pese a que lo pidieron. El caso que así estuvo durante seis años este dichoso gobierno panista mal llamado del cambio, pues lo único que imperó todo el tiempo fue la corrupción y la violencia en Quintana Roo.
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