Policías municipales, ministeriales y militares, se han unido en los operativos de revisión de documentos, motos y vehículos, incluso de autobuses, como lo hicieron este martes en el puesto “carretero tres” ubicado en la avenida José López Portillo; sin embargo, queda claro que es en contra de los ciudadanos y no de los mismos policías, aún cuando es un secreto a voces que las dos primeras corporaciones le están sirviendo al crimen organizado. Desde hace un año, cuando hubo el reacomodo de grupos delictivos en Benito Juárez, policías municipales fueron vinculándose con el “Cartel de Cancún”, y de ahí pasaron al “Jalisco Nueva Generación”, donde a la fecha están involucrados más de 30 de ellos, entre policías rasos, encargado de turno, jefe de sectores y coordinadores. De acuerdo a la información que los mismos policías han otorgado, hay elementos que protegen y están involucrados en los robos a sucursales bancarias, otros sirven de “halcones” y hasta según participan en levantones y ejecuciones, incluso han aparecido sus claves o sobrenombres en mantas que ellos mismos encuentran colgadas. Esta situación lo saben los mandos y no hacen nada, sino todo lo contrario, se ensañan con los ciudadanos al realizar operativos de revisión de documentos o unidades para encontrar robadas, sabiendo que pueden hallar muchas frente a las instalaciones de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, incluso hasta placas sobre puestas. La Policía Municipal no solamente está involucrada en estos ilícitos, sino también la Policía Ministerial, por eso y ante el compromiso que tienen, las investigaciones están paralizadas de todos los casos. La prueba está con las ejecuciones; más de 180; los robos a bancos y a tiendas comerciales que a la fecha no hay detenidos, entre otros hechos violentos, a pesar de eso, la Seido, militares o federales intervienen, los únicos que sirven de escudos de ellos para resaltar su trabajo, son los habitantes de Benito Juárez, a quienes obligan a bajarse de su auto, ya sea familias, menores o gente trabajadora, de lo contrario cuando se topan con policías en sus vehículos, simplemente no los paran, aún sabiendo que son los principales sospechosos en el traslado de armas, droga y delincuentes, pues hasta los utilizan para levantar a sus víctimas.